Me indigna que aun haya niños (y adultos claro está) que juegan con una honda a matar pájaros. Mis maestros me enseñaron que el verdadero amor está mas allá del bien y del mal, que no debemos juzgar a nadie...es cierto. Pero creo que hay una parte muy primitiva de nosotros que tiene una ética que va más allá de los patrones culturales y que conoce de por sí las leyes más profundas del universo. Esos son tal vez los gritos que no deben ser callados...Entendamonos...ser "espiritual" no es sinónimo de una actitud pasiva que lo tolera todo, que deja pasar sin intentar cambiar nada. No lo siento de esa forma. Si llego a sentir que todos somos uno, ¿como podría dañar o permitir que dañen a una parte de ese cuerpo enorme que es mio y lo contiene todo? Es verdad, que, como cualquier cuerpo, a veces algunas partes deben sacrificarse (por elección propia) para contribuir al bien de la totalidad. Pero no es el caso cuando vemos que se dañan por "juego", indudablemente por una falta de sensibilidad hacia la vida...
Los pájaros son tan bellos, tan libres, tan amables y aun acariciables a distancia...nos regalan su canto y su belleza sin pedir nada a cambio...¿sería mucho pedir a cambio el respeto por su vida?
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